16 de julio de 2013

Los mismos pasos






Hoy me sentí olvidada y la casa se hizo grande de repente, me sobraba pasillo, oxígeno, hojas caídas y palabras. Era  en suma, sentimientos de nostalgia.
Tenía abiertas todas las ventanas, mi alma velaba deseosa de escuchar pasos y ecos de otras voces. No para que rompieran el silencio, para que me acompañaran a disfrutarlo. No para que alejaran mi soledad, sino para que comprendieran que no duele y no hay que tenerle miedo.
Las copas de los árboles que le dan sombra a mis pasos saben que existo. Mis manos llenas de caricias desperdiciadas,  intentan volar como pájaros y el viento me ha envuelto en un canto de comprensión y enojo; quizá porque no puede abrazarme.
 Mis días se han vuelto de invierno, sin embargo espero; la primavera no tarda. En esta vida todo gira, y un día escucharé venir por donde empieza la calle,  los mismos pasos que se fueron.


5 de junio de 2008

Quiero ser



Hoy quiero ser una paloma que cruza el cielo,
levantaré mis sueños al impulso de mi vuelo.
No escucharé razones que me impidan hacerlo.
Voy en busca de mi anhelo.

Hoy quiero que mis alas cansadas de volar,
me dejen cerca del mar.
Quiero ver sus olas remontar el cielo,
mientras se dibuja en mis ojos su reflejo.

Quiero ser profunda, fresca, misteriosa
como sus fondos abismales.
Quiero sentirme viva, curiosa,
tocar cada roca, cada uno de sus corales.

Hoy quiero ser el ave triste
que quiere morir,
dejando el alma en su superficie.
Como espuma vivir,
sobre las aguas que conociste.


Marina©

13 de febrero de 2008

Cuando te veo




Cuando te veo mi vida es diferente,
es como un sol que nace de repente
mi mente que brinca a un presente
todas mis penas se alejan de mi mente.

Sueño, me ilusiono tontamente,
mi corazón brinca locamente,
quisiera abrazarte solamente…
Con un beso conquistarte,
sentirte mío plenamente.

Mi alma canta, soy feliz solo por verte
me imagino mi vida si pudiera tenerte.
Llena de luz que me haría diferente,
todo se convertiría en un presente
donde un campo florara de repente.
Y sería para siempre.



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6 de febrero de 2008

Quisiera





Quisiera ahora que duermes,
convertirme en un poco de viento,
llegar en silencio y con suavidad
alborotar tu cabello.
Depositarme en tu cama y darte un beso,
leve, como un suspiro del mismo viento.
Sólo para meterme en tus sueños
poder saber si navego en ellos.
Porque a veces siento
que no formo parte de tu vida,
de tus pensamientos.
Y yo podría mediar distancias.
Cruzar océanos no me da miedo.
¡Pero como sufro! por no saber
como habitar en tus pensamientos.
Ser parte indivisible de tu vida,
como el sol que verás naciendo.
A veces me siento tan sola
cuando el sol se va metiendo.
Y se lleva con él, el día muriendo.



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Paseando








Paseo mi soledad
en la madrugada,
mientras las cigarras cantan,
mis lágrimas las acompañan.
Me siento perdida,
en esta vastedad
que mis ojos no alcanzan.

El sol ya se levanta,
inicia un nuevo día,
donde mi tristeza anida
y mi alma ata.
Los pájaros le cantan a la vida,
intenta entrar en mí, su alegría.

Me siento como hoja
del árbol desprendida,
o como una rosa roja
con el alma herida.

Quisiera estar
en la arena dormida.
escuchar a la caracola cantar,
mientras la brisa,
me deja estremecida.

Tranquila, jugar en la orilla del mar.
Esperando que entre sus olas
me lleve a bailar,
y me deje tomar
entre mis manos, las caracolas.

Paseando, dejar mi soledad,
me ha perseguido toda mi vida.
Me impulsa una gran ansiedad,
para buscar otra salida.

Las olas, me han de encontrar,
paseando en el fondo del mar,
he de permanecer escondida.
Será el resultado de mi huida.

 Buscando a quien amar
la soledad me ha de abrazar
por siempre, estaremos unidas.

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Busco






Busco como al océano, tus ojos.
Como al cielo tus brazos
rodeándome silenciosos.
Con tus aguas oceánicas recorre mi cuerpo,
con las estrellas del cielo, ilumina el momento.
Y seamos tú y yo, un solo universo.
Yo metida en tus brazos,
tú soñando despierto.
Busco ese momento en que tú seas espejo,
y yo tu reflejo.
Y los dos, agua cristalina en tierno movimiento.

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Cuando




Cuando la ausencia duele
porque se aferra al alma,
y en el aire se huele,
la traición que la inflama,
el más leve viento reclama.

Cuando se crean senderos
que alojan distancias,
buscas nuevos derroteros
donde calmar tus ansias.

Cuando te sientes sola
una fría madrugada,
como una triste caracola,
por las olas abandonada,
te aferras a tu almohada.

Cuando tus manos extiendes
para rescatar un sueño
que por razones que no entiendes
has dejado de ser su dueño.

Olvida al sueño,
y mira el horizonte.
Inicia un nuevo sendero
que nada te detiene.



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Soledad




¿Soy soledad?
yo me pregunto.
Si no lo soy
he de ser parte de ella.
Solo así entendería
porque toda compañía,
mi vida desdeña.
A toda esperanza se cierra 
y la frialdad del invierno no la deja.
 
Pero me he propuesto
sembrarla de flores.
Invitar al sol, para que se asome.

Cantar con alegría.
Será siempre soledad,
pero una distinta.

Qué no me agobie
con recuerdos que lastiman.
Qué no se aferre
a la frialdad del olvido.
Que acoja primaveras y sonría.

Ya no me preguntaré
si ella soy yo, o yo, soy ella.
La tomaré de la mano,
exploraremos senderos.
Gozaremos del azul del cielo,
el que no nos deja.

Y por las noches
pondremos la mirada
sobre de las estrellas,
y nos contará una historia,
cada una de ellas.

Seguiré mi vida,
porque quiero hacerlo.
Y aprenderé a sonreír 
a pesar de ella.

Soledad, amiga mía,
no eres triste.
Eres la compañía
que mi vida lleva.

Hemos de sonreír
cada día que amanezca,
y luchar para que
nuestros sueños florezcan.
 

Abrázame soledad,
deja que en tus brazos,
mis sueños se mezan.

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27 de enero de 2008

El mar


Adoro el mar.
Un día dormiré en él.
No hoy,  ni mañana.
Después.
… no sé.
Hoy tomaré la vida en un abrazo,
y bailaré con música de caracolas
y susurros de viento.
Bailaré acompañada de mariposas.
Impregnaré mi piel con perfume
de jazmines y rosas.
Me abrazaré a un soplo de viento y volaré.
Bailaré, volaré, viviré.
Hasta que el mar me llame, viviré.
Sobre sus olas navegaré,
en sus profundidades me dormiré.
No hoy…, ni mañana.
Después.


Derechos reservados.


8 de enero de 2008

Mi casa





Mi casa es amable
tiene como huésped,
a la brisa que pasa.
A los dueños del aire,
los pájaros que cantan.
Las mariposas la visten de colores,
 gráciles se posan por las ramas.
Las abejas recolectoras de polen,
bailando sobre las flores se aman.
Desde enero, lentos se acomodan,
duermen los meses siguientes
esperando su momento.
La luz penetra amable
por todos los ventanales,
y queda vestida de día.
Las plantas de interior
tienen sonrisa de fiesta,
que contagia su alegría.
El perfume de las flores
al llegar te abraza…
Y te sientes bien,
por llegar a casa.
¡Que no diera,
por estar en casa!
Por el amor, que desde
su puerta te alcanza.

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