24 de octubre de 2007

Maledicencias



Maledicencias

Dicen que estoy loca,
por que pinto al mundo,
según mi fantasía.

Si por mí fuera;
sería color de rosa,
con ritmo de dulce sinfonía.
Y sabor de algodón de azúcar.

Dicen que estoy loca,
por que leo en los ojos de la gente,
el sentir de su corazón.

Dicen que estoy loca,
y solo quiero,
un mundo mejor.
Planto flores dondequiera.
Para devolverle a la gente,
el don de maravillarse,
que al dejar de ser niño perdió.

Dicen que estoy loca.
Porque quiero
que el mundo gire al revés.
Para ir componiendo,
lo que hayamos echado a perder.
Recoger los pedazos,
de los corazones
que hayamos dejado caer.

Dicen que estoy loca.
Porque quisiera
darle gracias al tiempo,
por permitirnos hacerlo
todo de nuevo.
Con la experiencia de ayer.
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Luz de luna


Luz de luna

Me gusta bailar a la luz de la luna,
cuando esta pálida y hermosa.
Me abrazo con el viento,
y dejamos que cante el tiempo.

Entre suspiros locos,
bailo…, bailo,
y soñando vuelo.
Entre sueños, me elevo…
vuelo…, vuelo.
Entre sueños…,
bailes y vuelos,
te busco…,
te encuentro y te beso.

Un beso leve y tierno.
Para que pienses,
que es la brisa quien te besa.
Después, bailando,
volando…, me alejo.

La luna, celosa se oculta.
Con la oscuridad..., despierto.


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Vuelen mariposas






Vuelen mariposas

Vuelen mariposas, vuelen,
el mundo, con sus notas
de color alegren.

Vuelen y bailen,
no duerman, no paren.
Que la vida es corta
mariposas…,
que la vida es corta.

El dormir,
es como morir un poco;
tengan los ojos abiertos,
mariposas.
Que rían, que canten,
pero sobre todo…amen.

Amen al viento,
al sol y a la vida
que en ustedes arde…
Amen al sol de la tarde,
mariposas…
es gentil y amable…

Vivan mariposas,
¡rían, bailen, canten!,
sobre las flores todas, anden.
Que la vida es corta
mariposas…
que la vida es corta…

No lloren mariposas…
sólo bailen.
Vuelen mariposas…
vuelen y bailen.
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Juego solitario



Juego solitario

Juego a que la luna me quiere,
juego a que el sol me llama…
Juego a que el aire me envuelve,
y que del amor, apaga la flama.

Juego a que el perfume de las rosas,
por mí clama…
Juego a todo esto, por distraer
la soledad de mi alma.

Jugando con el sol que me llama,
con la luna que me quiere,
y el aire que me envuelve…
Me olvido de que no me amas.

Y así, jugando…, jugando,
le pido al tiempo,
que me abrace lento,
para no sentir que me haces falta.

Caracola…, caracola,
juguemos a que tu canto
me lleve al mar…
Caracola…, caracola,
déjame ahí,
que quiero olvidar…

Luna que me quieres…,
dile que no lo pude olvidar.
Amigo Sol… dile que me llamaste,
y no te quise escuchar.

¡Vamos caracola!…
que el aire a través de ti cante.
vamos caracola…
juguemos con el mar…
Rosas…, no habrá rosas en el mar.
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Pequeña ventana

Pequeña ventana

Me he quedado sola,
en mi habitación de pequeña ventana.
Donde no llega, el rumor de las olas,
que aleje la soledad de mi alma

Tengo el azul del cielo que me acompaña
y me trae guiños de estrellas entre su ropa.
Y la luna, muchas veces perezosa,
displicente, solo me ve, y se aleja silenciosa.

Las hojas desprendidas de los árboles,
ante el frío silencio que me arropa,
vienen hacia mí, como preguntando
por mi derrota.

Más les digo, casi siempre sin palabras.
Bailen y no se hagan las locas.
No, no hay tal derrota, es mi alma,
que por la soledad se descoloca.

Entonces, trato de pensar en cualquier cosa;
cosas tan simples, que llegan a sosas.
Como: ¿Cuándo florecerán mis rosas?
Respondo: ¡Seguramente serán preciosas!

Las sombras sobre las baldosas,
crean infinitas historias.
Como un pequeño río con una noria.
Que gira y gira, soñando con la gloria.

Entonces mi pequeña ventana,
pasa a formar parte de alguna historia.
Ante mis sorprendidos ojos se agranda,
con un bello marco de rosas.
Mi alma escapa gozosa.

Me encuentro con un espacio abierto,
tan grande, como desierto.
Es cuando de mi sueño despierto.

De nuevo, estoy detrás de mi ventana;
me encuentro soñando con una fontana.
Que ahora, a hora muy temprana,
su canto me levanta en la mañana.

Para escuchar nuevas historias,
como las que me cuentan las cigarras.
Mientras bailan con las hojas que el viento,
lleva desprendidas.
Dejando mi alma, agradecida.


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