Quisiera ahora que duermes,
convertirme en un poco de viento,
llegar en silencio y con suavidad
alborotar tu cabello.
Depositarme en tu cama y darte un beso,
leve, como un suspiro del mismo viento.
Sólo para meterme en tus sueños
poder saber si navego en ellos.
Porque a veces siento
que no formo parte de tu vida,
de tus pensamientos.
Y yo podría mediar distancias.
Cruzar océanos no me da miedo.
¡Pero como sufro! por no saber
como habitar en tus pensamientos.
como habitar en tus pensamientos.
Ser parte indivisible de tu vida,
como el sol que verás naciendo.
A veces me siento tan sola
cuando el sol se va metiendo.
Y se lleva con él, el día muriendo.Derechos reservados
2 comentarios:
Marina. tu blog es cálido y bien diseñado.
Un abrazo.
Oscar.
También, como en este poema, me da tristeza ver morir el día...
Besos
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